Te preguntarás por qué el título de NO a la creatividad… bien a veces pensamos que pasar tiempo pensando en nuevas ideas, puede llegar a ser una pérdida de tiempo, por esto tendemos a enfocarnos en resolver los problemas que tenemos, según van apareciendo, y no nos detenemos a pensar o a generar ideas en grupo o nosotros solos, creativamente para el futuro.
Así que hoy pensé en citar a un autor de varios libros que nos habla sobre el proceso de la creatividad y cómo podemos desarrollarla en nosotros mismos y en nuestros equipos de trabajo.
Según Edward de Bono “la creatividad es adelantarse y buscar más allá de las pautas conocidas o los caminos establecidos, generar ideas que permitan la resolución de problemas o conflictos”.
“La creatividad posibilita lograr cambios y adelantarse a la competencia”.
De Bono nos reta a tener ideas inusuales, “pensar fuera de la caja”, algo que quizá ya lo has escuchado muchísimas veces, pero que no es fácil de hacer… salir de nuestro día a día para tener ideas creativas en torno a la creación de algo nuevo o a la resolución de algún problema.
“Pensar fuera de la caja” es moverse del camino principal y generar pensamientos que no tendrían razón de ser dentro de lo que conocemos como tradicional.
Pero fomentar el pensamiento creativo no resulta sencillo, la pregunta es ¿cómo salimos de lo tradicional, de lo que conocemos y hacemos normalmente para solucionar un tema o para crear algo que nunca habríamos podido creer que sucediera?
Edward de Bono, en varios de sus libros presenta algunas técnicas que ayudan a desarrollar un pensamiento creativo, voy a resumirlas por aquí y añadir algunas que personalmente me ayudan… ¡quédate hasta el final que pondré algunos links de libros que recomiendo!… Vamos:
Los seis sombreros para pensar: del libro con el mismo nombre, este método es el más simple y contundente que existe. Consiste en que cada miembro de un equipo de trabajo debe ponerse UN sombrero en función del momento y experimentar una sensación de libertad sin ser juzgado, esto permite a cada persona, expresar libremente lo que piensa.
El momento en el que cada persona se coloca el sombrero según su identificación, la persona se olvida de su propio estilo de personalidad y adopta el estilo del sombrero que lleva puesto. Entonces logramos que “piense fuera de la caja”, esto ayuda a cambiar el pensamiento de cada miembro del equipo sin llegar a ofenderlos.
El autor asigna a cada sombrero un estilo de personalidad o razonamiento, si se quiere: el blanco (hechos prácticos), el sombrero rojo (sentimientos), el negro (identificar problemas), amarillo (lógica positiva), el verde (alternativas y soluciones) y finalmente el sombrero azul (autoridad y responsabilidad).
La pausa creativa: esta técnica se conoce como la “suspensión del razonamiento” dice que el experimentar bloqueos mentales no debe ser causa de frustración, al contrario, son estas interrupciones las que permiten el rápido flujo y la apertura de nuevas líneas de pensamiento.
El autor explica que las pausas obligan a la persona a prestar atención a objetivos específicos y encontrar nuevas ideas.
Por esto, cuando te encuentres corriendo a mil por hora en los quehaceres del día a día, cuando no te hayas tomado un descanso, vacaciones, etc. experimenta hacer UNA PAUSA, respirar, tomarte un tiempo para ti mismo, verás como las ideas comienzan inmediatamente a fluir.
El foco: enfocarnos siempre nos ayuda a mantener claros nuestros principales objetivos. Por lo tanto esta técnica te va a permitir centrar la atención a un aspecto que se utiliza como base para generar proyectos. La idea es identificar lo relevante de un asunto y trabajarlo posteriormente con toda la creatividad posible.
El cuestionamiento: esto es algo muy particular, aquí se trata de evaluar si el modo actual de hacer algo es lo correcto; con las preguntas no sólo se busca una explicación, sino que se interroga también, por qué la manera actual debe ser la única. Es decir, pon sobre la mesa el tema que necesita solución, reúnete con tu equipo de trabajo y juntos CUESTIONEN todas las soluciones que hayan sido expuestas, a partir de ahí nacerán otras posibilidades que no las tenían en cuenta.
Las alternativas: es la operación básica de la creatividad, pero no es sencilla. Porque casi siempre cuando estamos en la búsqueda de la solución nos cerramos a analizar el 100% de las posibilidades. Por lo que se recomienda detenerse, cuando se está en una situación en la que el siguiente paso es fácil, entonces se encuentran nuevas y mejores opciones.
A veces las alternativas están dadas, sólo es cuestión de elegir. Pero otras veces no tenemos muchas alternativas y tenemos que escoger de una o dos. Se pueden aplicar entonces las dos técnicas juntas, tanto exponer las alternativas como cuestionarlas, así podremos obtener más respuestas a un problema.
Las provocaciones: Cuando evaluamos un problema o situación siempre tendemos a seguir un patrón natural o habitual de pensamiento que nos limita a ciertas ideas o concepciones (ej.: las sillas son para sentarse, el suelo para caminar, los vasos sirven para verter líquidos, etc.). Mediante provocaciones del pensamiento debemos salirnos del camino habitual ya conocido previamente.
Podemos revisar tres tipos de provocaciones en este punto, que están expuestas en el blog.
Provocaciones de palabra aleatoria: Consiste en crear algún punto de entrada hacia una nueva línea de pensamiento mediante alguna palabra elegida al azar, escogida del diccionario o de cualquier otro lado sin relación aparente con el objeto. Se realizan asociaciones aleatorias con este sustantivo generando una frase, verbo, adjetivo u otro sustantivo y se verifica la conexión que tiene esta nueva asociación con el objeto. Así se generan nuevas ideas.
Provocaciones de escape: Partiendo de una situación concreta, un escape consiste en observar qué enunciados damos por verdaderos. Y luego los negamos. A partir de este nuevo entorno, con las herramientas habituales se buscan nuevas soluciones.
Provocaciones de piedra en el camino: Consiste en crear provocaciones revirtiendo, exagerando, distorsionando o modificando de cualquier forma el entorno del problema. En verdad, resulta muy útil el suponer que cierta marca o empresa sea como se pretende que sea y no como es en realidad. Por ejemplo, si buscamos formas de hacer que un barco pueda moverse por zonas muy poco profundas. Sabemos que un barco flota en el agua y posee cierta cantidad de espacio sumergido por su flotabilidad, pero mediante exageración diseñamos la provocación “un barco que no tenga espacio sumergido”. (Esta sería la piedra en el camino del pensamiento habitual).
Técnicas de sensibilización: Consiste en proponer algo “para ver qué sucede”, el propósito es incorporar ideas en la mente a fin de generar líneas de pensamiento, aprovechando que al estimular ciertas áreas del cerebro, éstas se preparan para tomar parte en las siguientes secuencias.
De Bono dice que las técnicas tienen la misión de generar conceptos que permitan motivar la creatividad y, por ende, la competitividad. La clave está en ofrecer herramientas para modificar el comportamiento habitual y dejar de pensar que la creatividad es algo superfluo y costoso.
Ahora bien, según lo ofrecido también te dejo algunos de mis propios consejos para fomentar la creatividad:
Escribir a mano y a dejar el computador cuando hay que pensar: escribir y/o pensar delante de una computadora está sobrevalorado. Cuando tengas una idea prueba a escribirla a mano en una pequeña libreta o en un trozo de papel, esto te ayudará a plasmar las ideas.
Pensar en voz alta: pero escribiéndolo en un trozo de papel, de tal forma que cuando acabes de escribir puedes releer lo escrito. Cuando repases las ideas, las importantes pásalas a notas adhesivas de colores en función del área del negocio con la que tengan relación y pégalas en una pared donde puedas verlas.
Desordena las ideas, dejad que se mezclen: en lugar de agrupar las notas por áreas de negocio, dedicando una zona a cada área de negocio, prueba a desordenar todas las notas. De esta forma, cuando te fijes en una nota adhesiva para desarrollarla, siempre tendras en su órbita ideas de otros temas que pueden llegar a crear sinergias con temas que, a priori, no se les había dado enlace de unión.
Coloca las nuevas ‘grandes’ ideas en reposo durante un mes: cuando salte la chispa con una nueva idea a partir de una sesión de brainstorming o con la práctica de las notas adhesivas, antes de tomar una decisión déjala reposar durante aproximadamente un mes. Ese tiempo te permitirá coger distancia de la idea y verla con un sentido mucho más crítico, porque a veces cuando estás desarrollando algo y te encuentras tan metido en ello, no eres capaz de ver sus deficiencias porque la quieres defender a «capa y espada», pero el tiempo te permite esto mismo, coger distancia y poder volver a «moldear» esa idea.
Leer: nada como enriquecerse de la sabiduría de quien ya ha pasado por alguno o varios de los procesos que tú puedes estar pasando en determinado momento. Cuando leas, escribe al lado en algún block de notas, las ideas que vengan a la cabeza y puedes hacer el mismo proceso que sugiero aquí arriba.
Y, dime ¿qué utilizas tú para desarrollar nuevas ideas? Comparte con nosotros pues puede ser que podamos crear algunas nuevas formas de crear, que no siempre es lo más simple de hacer.
“El valor de una idea suele revelarse cuando alguien decide aplicarla satisfactoriamente”.