Mundo Líquido es una categoría sociológica que define el estado actual de nuestra sociedad.
El sociólogo Zigmund Bauman desarrolló este concepto por allá a principios de los 2000 y se refiere al mundo como una figura de cambio constante y transitoriedad absoluta, atada a factores educativos, culturales y económicos.
Las realidades sólidas de las antiguas generaciones ya no existen y la sociedad navega en un mar de contradicciones, dudas, cambios de rumbo, rupturas y nuevas tesis e ideas.
Lo único cierto es: ¡ya nada es como era!
Los cambios han llegado al mundo y, por supuesto, a la esfera empresarial y todo apunta que van a quedarse. Poco a poco, las organizaciones han roto sus paredes y sus despachos y, así, entre otras cosas, las jerarquías van diluyéndose.
Precisamente, por eso, HOY, en este Mundo Líquido, se necesita un liderazgo fresco, adaptado a los tiempos que corren, donde las conversaciones sean el centro del trabajo en equipo.
Y las principales competencias de liderazgo que necesitamos desarrollar serían:
Aprender a fluir con el peligro
Como cuando estás surfeando, te subes a la ola y luego te dejas llevar con el agua que baja. Mirar hacia adelante, entendiendo la globalización y soltando la sensación de seguridad que antes teníamos.
Autoconocimiento
Definiéndolo como la capacidad para escucharnos a nosotros mismos, aprendiendo a mirarnos desde arriba (tomando distancia de uno mismo) y darnos cuenta de nuestros hábitos y de rigideces (lo que creo que no puedo cambiar).
Apegarnos a los hechos
Es lo único que tenemos hoy y es muy importante que nos apeguemos a ellos para tomar decisiones acertadas en cada uno de los momentos.
Desarrollar contacto con nuestra vulnerabilidad
Construir empatía
Ser capaces de conectarnos emocionalmente, escuchar al otro, abrirnos a comprender al otro. Reconstruyendo la confianza a través de:
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Aprender en la adversidad.
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Generar compromiso con los resultados.
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Reconstruir la confianza en el futuro.
Dejarse ayudar y no menos importante fortalecer la resiliencia
La conclusión es clara: “El líder necesita más que nunca a sus colaboradores, escuchando, comunicando el objetivo y promoviendo el trabajo en equipo y el impulso de ideas sin penalizar los errores”. Esta es la recomendación de Antonio Ortega, de Bankia, quien coincidió con Iturrioz en que “el futuro de las empresas se rige por la firmeza de las relaciones”.
Y yo le voy a aumentar por la fluidez de sus conversaciones en el Mundo Líquido