Vivimos en modo productividad.
Hacemos listas, corremos, entregamos resultados…
Y muchas veces, terminamos el día con una sensación de agotamiento que no se cura con dormir más.
La buena noticia es que la alegría no es algo que llega cuando todo está resuelto.
Según un estudio reciente, las personas más ocupadas (¡como tú y como yo!) pueden encontrar más bienestar y disfrute si hacen algunos pequeños, pero poderosos cambios en su tiempo libre.
Aquí te comparto las 5 estrategias que hacen toda la diferencia:
1. Conecta con otros
La alegría crece cuando se comparte. No necesitamos grandes eventos ni celebraciones formales, basta con una conversación honesta, una caminata con alguien cercano o un mensaje que diga “estoy aquí”.
Estar presente con los demás —con calidad, no con prisa— tiene un impacto directo en nuestro bienestar emocional. Porque al final del día, lo que recordamos no son las tareas cumplidas, sino los vínculos cultivados. Así que busca cada semana al menos un momento para compartir tu energía con quienes te nutren.
2. Evita lo pasivo
El descanso verdadero no siempre significa estar quieta. Muchas veces creemos que desconectarnos es sentarnos frente a una pantalla, pero eso solo adormece, no renueva. La energía vital se despierta con actividades que implican movimiento, creatividad o presencia plena: bailar sola en tu sala, preparar una receta que te guste, escribir lo que llevas dentro, o simplemente salir a caminar sin rumbo. Esas pequeñas acciones activas pueden hacer mucho más por tu bienestar que una maratón de series.
3. Sigue tus pasiones
Haz espacio en tu semana para lo que te enciende. A veces no parece “útil” ni “productivo”, pero hacer algo que te da alegría auténtica tiene un valor inmenso: te reconecta contigo. Ya sea pintar, estudiar un tema que amas, tocar un instrumento, armar un jardín o ayudar en un proyecto social, eso que haces solo por placer es alimento para tu alma. No es un lujo, es una forma de cuidar tu salud emocional y tu autenticidad.
4. Varía tus actividades
La rutina nos da estructura, pero también puede robarnos la chispa. Introducir variedad en nuestras actividades cotidianas —aunque sea en pequeños detalles— tiene un efecto revitalizante. No necesitas reorganizar toda tu agenda: prueba trabajar desde un café distinto, tomar una clase nueva, escuchar un podcast diferente o simplemente cambiar tu ruta habitual. La novedad estimula la mente, despierta la curiosidad y nos conecta con el presente de una forma más consciente y alegre.
5. Protege tu tiempo libre
Tu tiempo libre es un tesoro. No lo regales sin pensar, no lo llenes de “cosas pendientes” ni lo sacrifiques ante cada urgencia. Al contrario, protégelo como un espacio sagrado: es ahí donde te reconectas, te regeneras, te recuerdas. Cuando usas bien ese tiempo, no solo te sientes mejor —también mejoras tu enfoque, tu productividad y tu capacidad de liderar con propósito. Aprende a ponerle límites al trabajo, a desconectarte de verdad y a priorizarte sin culpa.
La pregunta es ¿Qué harás esta semana por tu alegría?
Cuéntame en los comentarios o escríbeme si sientes que necesitas una pausa con intención, un respiro con dirección, un rediseño con sentido. Así empezamos muchos procesos de coaching y también, nuestros retiros.
Alexandra Pontón Larrea
Coach Ejecutiva | Facilitadora de liderazgo auténtico | Fundadora de AllforWomen
🌐 www.alexandraponton.com | 🎧 www.allforwomen.org