¿Los mejores líderes se hacen cargo, lideran desde el frente, dan órdenes y empujan a las personas a hacer un gran trabajo? ¿O los escuchan, los empoderan y se apartan del camino?
Los líderes más efectivos, cambian rutinariamente entre esos dos enfoques para satisfacer las demandas del momento. Construyen equipos y organizaciones cuyos miembros también son expertos en cambiar de un lado a otro, y aprovechan su autoridad formal y el respeto que se han ganado para determinar cuándo y cómo lo hace su gente.
Al ser intencionales sobre cuánto poder ejercen o delegan a medida que se desarrollan los eventos, los gerentes exitosos mejoran el desempeño de sus equipos.
En este artículo sintetizo las estrategias que puedes utilizar para operar de esta manera:
CUÁNDO, DÓNDE Y CÓMO HACER LOS CAMBIOS
Los líderes que son expertos en cambiar los modos de poder informan a todos cuándo es el momento del pensamiento divergente (durante la generación de ideas, por ejemplo) y cuándo es el momento del pensamiento convergente (para, por ejemplo, trazar los próximos pasos).
Envían señales claras sobre cuándo sus equipos deben ofrecer sugerencias, plantear inquietudes sobre problemas y riesgos y discutir. También hacen que sea psicológicamente seguro para las personas hablar, asegurándose de que sientan que serán escuchados, respetados y valorados. Y cuando llega el momento de terminar la discusión, tomar una decisión y actuar, los líderes hábiles señalan que están tomando el control nuevamente.
Las reuniones son una buena oportunidad para que como líder cambies los modos de poder. Aunque a las personas les encanta odiar las reuniones, todas las organizaciones las necesitan para generar ideas, compartir información, debatir posibles soluciones, comunicar decisiones, dirigir la implementación y animarlos. Claro, muchas organizaciones tienen demasiadas reuniones, pero siempre se necesitan algunas, y los líderes efectivos saben cómo aprovecharlas al máximo.
Una vez que comprendas cómo y dónde cambiar los modos de energía, podrás aumentar tu capacidad para hacerlo siguiendo estos cuatro pasos:
1. Revisa tu mentalidad
Muchos líderes tienen creencias erróneas sobre el poder que les impiden alternar entre ejercer y delegar la autoridad. He aquí cómo escapar de esa trampa:
Cuestiona la suposición de que la jerarquía es fija.
Reconoce que compartir el poder no disminuye tu autoridad.
2. Analízate a ti mismo y a tu equipo
Los líderes y los equipos a menudo ni siquiera se dan cuenta de que están atrapados en un modo de poder. Por eso es crucial ser consciente de tus propias tendencias y hacer que los miembros de tu equipo sean conscientes de las suyas. Entonces:
Estudia tus hábitos.
Estudia las normas de tu equipo.
3. Establece expectativas
Los líderes hábiles no son tímidos ni sutiles sobre cuándo operar en un modo de poder u otro. Envían señales claras sobre los modos en que trabajarán las personas antes de las reuniones, programas, giras u otros. Puedes lograrlo así:
Explica los cambios en las agendas.
Diferencia las reuniones.
Utiliza rituales para marcar las transiciones.
Evita hacer falsas promesas sobre el empoderamiento ya que esto aplacará a tus seguidores.
4. Refuerza los cambios con palabras y hechos
Aquí podemos usar como metáfora el hipopótamo: los líderes deben saber cuándo salir del agua y ejercer su poder y cuándo cederlo a otros y hundirse, dejando solo sus ojos sobre la superficie para observar discretamente a sus equipos. La metáfora del hipopótamo ayuda a los líderes a escapar del modo «siempre fuera del agua» o «siempre bajo el agua» y proporciona a sus equipos el nivel adecuado de poder en el momento adecuado.
Pero para hacerlo de manera efectiva, los líderes deben tener en cuenta las palabras que eligen, su lenguaje corporal y cómo o si participan en reuniones particulares. Entonces es importante:
Liderar con el ejemplo.
Anunciar los cambios.
Usar el lenguaje corporal.
Leer la situación y el ambiente
Salir de la sala cuando sea necesario.
La clave para un liderazgo exitoso es saber cuándo interponerse en el camino, cuándo quitarse del camino y cómo enviar señales claras a tus seguidores sobre en qué modo operar en este momento.
Como dijo Tommy Lasorda, el difunto gran manager del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers: “Administrar es como tener una paloma en la mano. Si lo agarras demasiado fuerte, lo matas, pero si lo agarras demasiado flojo, lo pierdes”.
Resumido del podcast de HBR por Lindy Greer, Francesca Gino y Robert I. Sutton