NO fue porque no quise ¡NO!… es más intenté más de una vez… desde que estaba en el Colegio, hacía pasteles y vendía uno cada semana … ni sé si ganaba mucho o poco pero me hacía sentir independiente.
Después intenté ponerme una tienda de ropa, y comencé a venderla directo a mis contactos, también era una forma de ingreso y me ayudaba a pagar mi Universidad, entonces entré a trabajar a la Industria Farmacéutica, donde me quedé por más de 15 años… pero esperen, primero les sigo contando de mis intentos de emprendimiento.
También intenté varias veces llevar a Ecuador, productos naturales como: vitaminas o productos antiestrés, tratamientos alternativos, etc., pero me encontré con que era complicado el tema, mucha burocracia, alta inversión, tiempo y procesos, pero habría sido posible, ¡SI!, claro que habría sido, solo que ya estaba trabajando cómodamente en la Industria.
Mi último intento como emprendedora fue un negocio de venta directa con un super buen amigo mío, y hasta conseguimos un inversionista, ese habría sido un éxito, sin embargo el gobierno en aquel entonces subió aranceles y no pudimos importar a los precios planeados, por lo tanto el vender se habría hecho muy complicado, y para que les cuento yo desistí una vez más y mi amigo con mi aval después de algunos años abrió el negocio.
Finalmente aquí en Brasil, también intenté crear un negocio de internet para empresas grandes, y ya fui profesora de español de forma independiente – en lo cual me fue excelente – hasta que bueno aquí estoy feliz, con una de mis más grandes pasiones, que es apoyar a las personas a desarrollarse y CREE MI PROPIA EMPRESA DE COACHING.
Me imagino que ya pudieron notar, que dos de las más grandes virtudes de un emprendedor son la persistencia y la paciencia… pero bien puede ser tema de otro artículo porque hoy más bien quisiera hablarles de los MIEDOS que sufrimos para emprender y que fueron la causa de haberme quedado tantos años en la Industria, aunque vuelvo a colocarlo, mi trabajo me encantaba.
Así que por mis experiencias y por las de mis clientes con quienes trabajo, puedo decir que algunos de los MIEDOS para emprender son:
1. Miedo a renunciar a lo bueno
Es probable que para iniciar tu negocio debas renunciar a muchas cosas buenas: comodidad, tiempo libre, un empleo con salario fijo, etc.
Para emprender tienes que salir de tu zona de confort. Siempre que por tu cabeza se pase la idea de empezar un negocio, escucharás una voz diciéndote que mejor te quedes donde estás porque así estás bien y si te arriesgas podrías perder las cosas buenas que ya tienes.
El emprendimiento es un camino lleno de incertidumbre en el que nada es seguro, pero todo es posible. Es tu decisión si quieres conformarte con lo que ya tienes o arriesgarte para lograr las cosas increíbles que quieres.
2. Miedo al compromiso
Al momento de crear tu empresa estás adquiriendo responsabilidades y obligaciones comerciales, tributarias, laborales, financieras y penales.
Los grandes objetivos requieren de grandes sacrificios y de grandes compromisos. Cuanto más grandes sean tus logros, mayor será tu responsabilidad.
No importa si emprendes sólo, con socios o si cuentas con colaboradores que se encarguen de llevar las cuentas y de realizar los trámites administrativos; al final tú como gestor tienes la responsabilidad de garantizar que tu negocio cumpla con las diferentes leyes empresariales y laborales.
3. Miedo a perder dinero
Este ES EL MAYOR DE LOS MIEDOS, pues cuando desde el principio el dinero se convierte en el fin, puedes perder fácilmente el enfoque de lo que estás haciendo.
Si lo que quieres es «dinero fácil, rápido, seguro y sin invertir», probablemente crear una empresa no sea la mejor opción para ti. Construir una empresa rentable, sostenible y escalable puede tomar años de esfuerzo, disciplina e inversión.
No existe un solo modelo de negocios que te garantice resultados inmediatos y seguros, entonces lo mejor es que evalúes las oportunidades que se te presenten y determines si estás dispuesto a correr el riesgo que cada negocio conlleva.
4. Miedo a fracasar
Emprenderás en el momento en que las ganas de triunfar sean más grandes que el miedo de fracasar.
En nuestra cultura solemos creer que el fracaso es motivo de vergüenza y de burla, son cosas que nos han enseñado desde pequeños… por eso preferimos «lo seguro» antes que exponer nuestra dignidad. Pero, la realidad es que la única manera de no equivocarse es no hacer nada.
El camino del emprendimiento está lleno de obstáculos con los que tropezarás. Antes de lograr cualquier objetivo importante, deberás caer, sacudirte, sonreír y seguir. Jamás lo lograrás si te rindes ante el primer obstáculo, esto te lo prometo, porque me pasa cada día, cada mes, cada segundo.
5. Miedo a defraudar a los demás
Podemos ser inseguros y en este momento pensamos que no somos lo suficientemente buenos, que nuestro producto no está listo (perfeccionismo), que si nos lanzamos al mercado terminaremos defraudando a clientes, socios, inversores, familia y amigos.
En lugar de limitarte, trabaja en ti y en tu producto para mejorar. Si esperas a estar completamente listo, jamás empezarás porque siempre sentirás que te falta algo más.
Construye un producto mínimo viable e interactúa con clientes potenciales para que sean ellos mismos quienes te digan cómo mejorar tu producto y tu negocio.
6. Miedo a las relaciones profesionales
De pequeños nos enseñaron que «no se debe hablar con extraños»; pero, en los negocios tendrás que hacer a un lado esta creencia y estar dispuesto a relacionarte con otros empresarios, clientes, inversionistas, etc.
El networking es una herramienta esencial para todo emprendedor. Los negocios la mayoría de veces no se tratan de dinero, sino de personas. Debes rodearte de personas mejores que tú, puedes conseguir un Coach, un Mentor, quizá alguién que ya hizo lo mismo en otro país.
Algunos emprendedores son tímidos y aseguran ser mejores trabajando solos, pero sin importar cuan bueno seas, siempre podrás potenciar tus habilidades y talentos asociándote con las personas correctas.
7. Miedo de no estar preparado
Cuando estás empezando un negocio, la única competencia que debes superar es a ti mismo, y enfocarte en tu producto y tus clientes.
Muchas veces no te van a comprar porque seas mejor o más barato que la competencia, te van a comprar por ser el mejor en lo que haces y por ofrecer un VALOR diferente, no tienes que ser mejor que nadie, tienes que ser único y sobre todo ser mejor que ti mismo cada día.
8. Miedo a vender
Si quieres ser un emprendedor exitoso, debes aprender a vender.
Debes vender tus ideas, vender la visión de tu empresa a todas las personas que trabajan contigo, vender servicios, etc.
Saber vender significa saber escuchar, entender a nuestros clientes, saber comunicar y enfocarnos en servir a los demás.
Identifica cuáles de estos miedos te tienen bloqueado
y comienza a trabajar en ellos para superarlos.
Déjame tus comentarios, que todos aprendemos de todos, más aún cuando se trata de emprendimiento.