Pasaron muchas cosas en estos dos años.
El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 como una pandemia mundial.
No quisiera perder la oportunidad de hablar sobre este tema, ya que es un hito importante en la vida personal y profesional de cada uno de nosotros. Hoy hablaré de lo pasado y presente, mientras que la semana siguiente me adentraré en lo que podemos esperar para el futuro y cómo mantenerte a flote en lo que podría ser el tiempo después de la pandemia.
¿Dónde estuvimos?
Una de las cosas más difíciles de enfrentar en este tipo de crisis es poder llegar hasta el final dice – Stéphane Bancel, CEO de Moderna
Cuando comenzaron los cierres a principios de 2020, pocos de nosotros imaginamos el largo camino por recorrer. De hecho en lo personal, y hablando con muchas personas a mi alrededor, pensábamos que esto duraría un par de semanas… así pasó el tiempo y aquí estamos DOS años después.
Después de priorizar nuestra salud, vimos cómo el progreso en la protección de vidas y medios de subsistencia fue rápido, la ciencia ganó la batalla de la burocracia, creando y comercializando vacunas a la velocidad de un rayo y fuimos testigos de cómo los gobiernos priorizaron su uso para recuperar las economías tan golpeadas después de tantas pérdidas de empleo, cierres de sectores enteros y reorganización de las formas de trabajar.
Aprendimos que podemos distanciarnos físicamente pero ¡no! por larguísimos períodos de tiempo, aprendimos a ser sobre todo RESILIENTES y recuperarnos de las pérdidas, de las cosas y personas que tuvimos que dejar.
Aprendimos que podíamos hacer las cosas de forma diferente y nos ADAPTAMOS a una avalancha tecnológica y a una velocidad del cambio impresionante.
Cambiamos nuestra forma de comprar, la forma cómo vamos al médico, cómo nos relacionamos y con quién, y esto ha cambiado la forma en que vivimos.
En la modalidad virtual de trabajo, floreció la empatía como la mejor forma de re-establecer nuestras relaciones. Así mismo, nos reorganizamos para alcanzar a hacer las mil cosas en la casa, a apoyar en las tareas de la escuela de los hijos y trabajar al mismo tiempo.
Quiero eso sí, invitarte a pensar que aún el virus sigue rondando por ahí y aunque hemos aprendido a convivir con él, es importante continuar cuidándonos, pero seguir adelante con la vida… entonces, continuemos con lo que hoy parece ser lo prioritario y más importante…
¿Dónde Estamos?
En lo laboral, quienes tuvimos la posibilidad de mudar la oficina a la casa, y seguro que tú puedes ser uno de ellos, lo que más he visto en estos últimos meses es la lucha interna y externa de la gran pregunta:
¿Volverás físicamente al trabajo?
Esto suena como el objetivo final obvio que todos hemos estado esperando después de estos dos años de pandemia ¡Pero espera un minuto!
¿Tiene sentido? El trabajo remoto pasó de ser una solución incómoda para una crisis a una rutina con su propio ritmo y muchas ventajas. Resultó que el aumento de la flexibilidad y la reducción del tiempo de viaje no fueron una mala compensación por el nuevo dolor de la fatiga de Zoom.
¿Y ahora algunas empresas quieren que regreses a tu oficina, retomando donde lo dejaste en marzo de 2020?
Entonces, ¿cómo convences a tu jefe para que lo piense dos veces? La primera regla de la persuasión es nunca tratar de convencer a nadie diciéndole que está equivocado. El mejor enfoque podría ser escribir o hablar con tu jefe reconociendo sus preocupaciones. Puedes sugerir una forma diferente de lidiar con esto, una que aborde estos problemas mientras resaltas los mejores aspectos del trabajo remoto.
A continuación, deja en claro que no estás basando tu discurso en opiniones sino en datos. Compartir datos demuestra que el trabajo remoto se puede reinventar para obtener mejores resultados y puede ser mucho más que un sustituto temporal del «trabajo real» en la oficina.
Solicita la oportunidad de realizar una prueba A/B/C (remoto/híbrido/presencial). Todo lo que se necesita son estos cinco pasos:
REALIZA UNA LLUVIA DE IDEAS COMPLETAMENTE INCLUSIVA
Divide a tus equipos de trabajo en grupos pequeños (tres o cuatro personas) para discutir el tema en cuestión y registra las ideas en un documento compartido.
¿Por qué? El tamaño pequeño inspira coraje y franqueza; es probable que los participantes auto-diagnostiquen los argumentos débiles y eliminen la autocensura para que se escuchen las mejores ideas.
Es importante destacar que estos pequeños grupos fomentan la vinculación profunda del equipo, asegurando que todas las ideas salgan a la luz y puedan hacer un frente común con las mejores prácticas para las nuevas formas de trabajar.
REÚNETE MENOS
La colaboración no tiene que comenzar con una reunión física.
En lugar de agrupar a la gente en una sala para tu próxima reunión, convence a tu jefe de los beneficios del trabajo asincrónico, esto puede ampliar drásticamente la cantidad de perspectivas que aporta para abordar un problema antes de que se tome una decisión final.
VINCÚLATE VIRTUALMENTE, PERO SIGNIFICATIVAMENTE
Recuérdale a tu jefe las formas en que su equipo se ha unido durante la pandemia a pesar de que eran remotos. Muy probablemente, estos momentos nacieron de la vulnerabilidad y la autenticidad, estados de ya de acuerdo en que se pueden lograr tanto de manera virtual como presencial, en crisis o en un lunes cualquiera.
PRIORIZAR LA HONESTIDAD
“Virtual” no significa falso. Puedes priorizar la honestidad en cualquier tipo de entorno de trabajo. Sugiere que quienquiera que esté dirigiendo una reunión esté listo para pedir un «descanso de sinceridad». Si sienten que los participantes están evitando un elefante en la sala virtual, pueden preguntar: «¿Qué no se dice?» Si una persona habla, lo más probable es que otros también lo hagan. Romperás el silencio cortés para poner fin a los problemas.
CONVIÉRTETE EN UN AGENTE DE CAMBIO
Transformar el trabajo remoto de un sustituto a un avance, va de la mano con la transformación de uno mismo, de un resistente a las reglas a un agente de cambio constructivo. Seguro que podrías experimentar cambios apoyando a imaginar y experimentar con alternativas al regreso a la oficina y demostrar el potencial de resultados positivos.
Y, no te detengas con tu jefe. Habla con otros líderes en tu organización
Ya que este tema es tan extenso, la próxima semana tendremos la parte del Futuro ¿a dónde vamos? en la era post-pandemia, tanto a nivel personal como en las organizaciones.
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