Hace un año mi vida, como la de muchos en tiempos de COVID, dio una vuelta de 180 grados.
En los últimos 12 meses me pasaron muchísimas cosas y estaba tan ocupada, triste, ansiosa… entre otras emociones más… que no me daba ni cuenta de cómo transcurrían mis días y mis necesidades, resumiendo:
- Me enfermé de COVID
- A la semana de esto, mi pequeña Sugar se fue al cielo
- Mi suegra enfermó de cáncer
- Me mudé de país en medio de la pandemia
- Mi suegro se enfermó gravemente de COVID
- Me estaba certificando como Coach Ontológico
- Me puse a estudiar un Diplomado en Liderazgo Femenino, y
- Mi suegra partió la cielo
Un día después de su partida, de repente sentí un vacío tan grande, una ansiedad por todas las cosas que estuve haciendo y coordinando, una falta de todas las emociones que antes tenía y que de pronto se terminaron, así que me puse a investigar.
Nuestro cuerpo segrega varias hormonas en cada estado de ánimo que se nos presenta, en la felicidad por ejemplo dopamina, endorfina, oxitocina, serotonina.
“En el estrés básicamente adrenalina y cortisol que aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente sanguíneo, mejora el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos, lo cual nos dispone a responder a situaciones de forma rápida y hábil”.
Así que después de mi investigación supe que quizá habría pasado por un tiempo a lo que se le conoce como «Adicto al estrés» y quiero compartir contigo lo que aprendí y si te encuentras en esta situación, sobre todo en estos tiempos de COVID, puedas saber:
¿Cómo detectar si eres un adicto al estrés? ¿Qué hacer para salir de ese estado?
Pero primero qué significa y por qué te puedes volver un adicto al estrés
El estrés es una respuesta fisiológica que nos prepara para esfuerzos y nos advierte ante amenazas. Nuestro cuerpo segrega adrenalina y cortisol en situaciones de peligro o amenaza para prepararnos para la lucha o la huida.
El problema de esa ayuda evolutiva es que hoy en día nos enfrentamos a menos peligros para nuestra integridad física. Nos solemos enfrentar más bien a situaciones de estrés mental.
Además nuestro cuerpo no está preparado para aguantar altos niveles de adrenalina y cortisol durante un tiempo prolongado.
Y el estrés crónico lleva a una producción constante de estas sustancias. Además de los efectos sobre nuestra salud nos acostumbramos a los efectos de la adrenalina y del cortisol y necesitamos más y más como si de una droga se tratase.
“Un adicto al estrés necesita estar ocupado y en movimiento para sentirse bien. La tensión le hace sentirse vivo, nunca está conforme con lo que tiene ni con lo que obtiene, le gustaría tener más tiempo solo para ocuparlo, aunque no esté disfrutando plenamente con lo que hacen”.
De acuerdo con Jim Pfaus, neurocientífico de la Universidad Concordia, el estrés influye en los circuitos neuronales que fomentan emociones como el deseo y la excitación que se experimenta con las drogas.
Por su parte, la psicóloga Malena Lede señala que un adicto al estrés no puede vivir relajados, porque la tensión es algo que lo hace sentir vivos; es decir, necesitan estar ocupados y en movimiento para sentirse bien con ellos mismos.
Las señales que pueden ayudarte a determinar la adicción al estrés son:
- Falta de concentración
- Deseo de mantener la rutina
- Letargo o cansancio general
- Rechazo para realizar alguna actividad que les ayude a relajarse
- Apuro o inmediatez para hacer las cosas
- Te sientes culpable cuando intentas relajarte
- Te cuesta ponerte en modo vacaciones
- Te pasas las vacaciones pensando en el trabajo
- Te pones plazos arbitrarios
- Te pones la presión del último minuto
- Sobrecargas tu agenda
- Nunca parece haber suficiente tiempo para hacerlo todo
- No tienes tiempo libre
- No sabes estar sin hacer nada
- Estás irritado a menudo
- Crees que la recompensa será mayor si ahora sufres
- No recuerdas lo que te hace feliz
- Te preocupa poder estarte perdiendo algo
- Te cuesta desconectar por la noche
Incluso, un adicto al estrés no prestan mucha atención a sus necesidades espirituales, emocionales, afectivas y existenciales.
La recomendación es que quienes se identifican con algunos de estos “síntomas” modifiquen sus hábitos para reducir esos niveles, ya que pueden dañar su salud física y emocional, al detonar enfermedades cardiovasculares, depresión, tristeza o agotamiento.
Porque… Es una adicción biológica
Aquí van mis consejos ¿Qué hacer para salir de este estado?
Lo primero y más importante, desconecta. Sea de tu ordenador, tu celular o incluso tu casa… aléjate de todo. Vete de acampada al bosque durante el fin de semana. Apaga el televisor por las noches. Dile a tus amigos que necesitas tiempo para ti.
En segundo lugar, haz ejercicio. No solo es bueno para tu cuerpo, sino que también te ayudará a despejar tu mente de todo lo que actualmente te está causando estrés.
También necesitas ponerte a ti mismo como máxima prioridad. Duerme un número adecuado de horas y come bien. Bebe mucha agua. Te mereces relajarte y descansar.
Reflexiona sobre cuáles son tus prioridades. ¿Qué lugar ocupa tu bienestar? ¿Qué posición ocupan tu felicidad y la diversión? ¿En qué lugar se encuentran tus seres queridos?
Prioriza y planifica tu trabajo, puedes empezar por revisar tu agenda
¿Cuánto tiempo está reservado para las cosas importantes de tu vida? ¿Qué te aportan realmente los diferentes compromisos? ¿Hay compromisos que has adquirido por miedo a perderte algo? Pregúntate si realmente te interesan y te aportan algo o podrías utilizar ese tiempo mejor.
Revisa tus obligaciones
Revisa si tienes demasiadas obligaciones y compromisos. ¿Qué te aporta cada uno de ellos? ¿Realmente son importantes o necesarios? ¿Hay cosas que puedes dejar de hacer o hacer con menos frecuencia?
¿Te cuesta decir “no”?
Considera si parte de tu sobrecarga se debe a que te cuesta decir no a las peticiones. Antes de hacer una promesa o asumir un compromiso piensa en ti, en tu bienestar y en tus prioridades. Aprende a ser asertivo y reclinar peticiones o invitaciones. No te sientas culpable por ponerte en primer lugar. Recuerda que eres la persona más importante de tu vida.
¿Estás evitando algo?
Como dicen Jordi Nadal y Ventura Ruperti en su libro Meditando el management… y la vida:
“Cuando uno tiene la sensación de ir a toda velocidad hacia ninguna parte, puede que haya llegado el momento de plantearse muchas cuestiones, algunas de las cuales probablemente resulten dolorosas.”
Por eso pregúntate si te mantienes ocupado para no enfrentarte a miedos y preocupaciones. Mientras estás liado no estarás solo contigo y tu mente. No tienes que pensar y enfrentarte a tus problemas e inquietudes. Pero mientras no nos enfrentemos a nuestros problemas estos seguirán creciendo y causando estrés. Sé honesto contigo mismo. ¿Hay algo que estás evitando resolver? ¿Qué hace falta para solucionar esa preocupación o ese problema?
Aprende a disfrutar del presente y del camino
Cuando vamos acelerados y estresados por la vida nos podemos perder muchas cosas. Prestaremos más atención a los problemas y las cosas negativas. Por eso intenta cada día tomarte varios instantes para realmente absorber tu alrededor.
Dedica un momento a disfrutar del verdor de los árboles, de los rayos del sol, del cantar de los pájaros. Presta atención a las personas que te rodean.
Desconecta y cuídate
De nuevo, te recomiendo que elijas actividades que disfrutes para mover tu cuerpo. Hay un sinfín de actividades físicas para todos los gustos, necesidades y condiciones físicas. Desde un simple paseo a una clase de spinning, desde yoga a Crossfit, desde Pilates a Zumba, desde una excursión a la montaña a la escalada. Si no sabes lo que te gusta prueba hasta que encuentres algo que te divierta y relaje.
Cuando más estresado y acelerado estés, más difícil te pueden resultar las actividades tranquilas pero más beneficiosas serán.
Meditación, yoga, un tranquilo paseo, leer un libro, dibujar, hacer manualidades, darte un masaje son solo algunos ejemplos de actividades tranquilas y relajantes.
Estas son solo algunas de las cosas que puedo recomendarte para que dejes de ser un adicto al estrés, yo practico muchas de ellas, sin embargo a veces no es suficiente con practicarlas, es necesario reconocer lo que nos pasa para poder actuar sobre las causas, espero haberte aportado con mi investigación y si estas pasando por momentos como este, relájate antes de avanzar, para que puedas observarte.