Voy a empezar con una analogía entre la ESCRITURA y la TECNOLOGÍA, porque si se ponen a pensar nuestros ancestros se comunicaban dibujando en las paredes, colocaban símbolos que hacían que otras personas que iban a vivir en la cavernas puedan saber cómo defenderse en determinado momento o cómo encontrar comida, después… habiendo pasado mucho tiempo, con la evolución vino la carta, después el telégrafo, el fax, la computadora, y para que les cuento más ustedes ya saben… tablets, teléfonos, realidad virtual y más…
Así que NADA como hoy en día aún podemos valernos de este antiguo método que es la ESCRITURA para comunicarnos, les dejo algunos de los temas de los cuales Irwing Buitrón y yo hablamos en el Webinar:
¿Dos generaciones o cuatro?…
Si, ya no son sólo dos generaciones que se encuentran hoy en las organizaciones, pues bien ahora son cuatro, Baby Boomers, GenX, Millennials, y Nativos Digitales; un mundo de experiencias, formas de comportarse, creencias, actitudes y más en UN SOLO lugar, este es uno de los retos más importantes a los que se enfrentan las organizaciones, asegurar la convivencia generacional para poner el talento individual de todos y cada uno de sus colaboradores al servicio tanto de los objetivos de la empresa como de los personales.
Continuando con la analogía que hice al principio, LA ESCRITURA y LA TECNOLOGÍA; como hablamos ayer, estamos marcados por la época en donde crecimos, Baby Boomers marcados por el término de la Segunda Guerra Mundial, lo que buscaban era estabilidad, solo eso estabilidad, mi generación escribía cartas, para desear FELIZ CUMPLEAÑOS a alguien un mes o más antes, escribía una carta y la ponía en el correo, siiiii…, íbamos a la biblioteca para sacar libros para estudiar, después vino el fax, siiii… esa maquinita que me encantaba porque era rápida… me parece hasta gracioso, pero así éramos, luego la siguiente generación marcada por la rapidez, por el mail, el internet y más.
Cada una de estas cosas hacen que cada persona se comporte, piense y actúe de manera distinta… ahí está el mayor de los retos, comprender a cada uno.
La transformación digital, ¡nos ha marcado!..
Y si no se explica y comunica convenientemente, trae muchas inseguridades y miedos, incluso parálisis e inmovilismo; ya que muchos ven sus zonas de confort desaparecer bajo sus pies ante los nuevos retos que se presentan.
No podemos nunca pensar que la única solución posible para asegurarnos el éxito, es sustituir el talento que tenemos por el llamado nuevo talento digital. Nuestro reto es re-convertir el talento que ya ha demostrado sus capacidades en el pasado, para afrontar los nuevos retos del futuro e incorporar, lógicamente, estas nuevas figuras; y juntos crecer.
Cada generación tiene una historia, un recorrido, una formación, unos valores, una cultura, unas necesidades, una forma de ocio y una manera de hacer, ver la vida y el trabajo diferentes…la pregunta es:
¿Cómo actuamos para hacer que estas diferentes generaciones logren convivir? ¿Cómo podemos lograr lo mejor de cada una de ellas y asegurar la viabilidad de nuestras empresas tomando en cuenta estas oportunidades?
Les sugiero 5 claves para asegurar la convivencia generacional, tanto desde el punto de vista de la empresa como de la persona:
PRIMERA:
Formación específica para Recursos Humanos y para todo el Cuadro Directivo centrada en las características de cada generación que ayude a entender qué quieren, qué les mueve, qué les motiva, qué les atrae, qué les paraliza, qué les preocupa… y para eso debemos saber a ciencia cierta quiénes son, de dónde vienen, qué ha marcado su historia social, política, económica, formativa…cada uno tiene un background específico que aporta al otro, unos marcados por el término de la Segunda Guerra Mundial, otros por los grandes cambios sufridos entre los años 80 y 90 y la adaptación que esto produjo en su pensamiento y no menos importante el inmediatismo generado por el acceso sin fin a la comunicación de quienes hoy son la mayor fuerza laboral del planeta y que pronto, si no que ¡YA!, están dirigiendo organizaciones.
Debemos saber todo eso y ponerlo en valor, para conocerlos y establecer mecanismos a partir de esta información, que nos permitan decidir el mejor camino para cohesionarnos a través de políticas atrayentes y acertadas que aseguren el cambio necesario.
SEGUNDA:
Estamos en la era de la participación, la colaboración, la innovación y de la comunicación transparentes; de ahí la necesidad de abandonar políticas de comunicación interna ineficaces (y un tanto arcaicas), para apostar por la implantación de una Red Social Corporativa interna (como palanca tecnológica que apoye el cambio cultural necesario) como nueva herramienta de comunicación, con el fin de facilitar un espacio virtual colaborativo y privado donde los diferentes profesionales pueden trabajar conjuntamente.
Saber crear un entorno donde todos disfrutan y participan permitiendo establecer verdaderos procesos de intercambio de información corporativa, una mejora instantánea de la comunicación interna y una nueva forma de trabajar pudiendo tener una gestión centralizada tanto de proyectos como de documentación y contactos.
Impulsar desde la Red Social Corporativa la creación de comunidades internas dentro de la plataforma (como por ejemplo de comunidades de comunicación, de acogida, de aprendizaje, para gestionar el conocimiento, de creatividad, de innovación…)
Irwing habló sobre los espacios abiertos en las empresas, para lograr romper la barrera física que muchas veces separa a las personas. Así, podremos interactuar más fácilmente.
TERCERA:
Creación de programas estructurados de “Mentoring” inverso: La inestimable y necesaria figura del tutor, mentor, acompañante… el proceso de “Mentoring” de toda la vida, pero entendido de forma inversa donde los más mayores muestran su experiencia, “know-how”, bagaje en el negocio para así compartir todo esto en el desarrollo de habilidades de siempre, que los jóvenes todavía no han vivido ni puesto en práctica.
Por otro lado, el papel de los jóvenes (Millennials y nativos digitales) es esencial para acercar a los mayores al mundo digital y al uso de nuevas herramientas y tecnologías de forma natural. Impregnando la compañía del tono y cultura digital que necesita. Un proceso donde todos aprenden de todos y crecen al unísono.
Vincular los procesos de “Mentoring” a una política salarial flexible, por objetivos, que sea capaz de llevarlos al éxito, así como sistemas de compensación salarial, donde el rango y la antigüedad no supongan un freno para el desarrollo de estos programas.
CUARTA:
Favorecer espacios de intercambio reales y físicos dentro de las empresas. Lugares donde puedan fluir las conversaciones e intercambio de ideas y apostar, cómo no, por la creación de equipos de trabajo divergentes; donde la edad y rango no importe y donde se apueste por la transversalidad y seamos capaces de dejar de lado ese organigrama férreo, para que aflore el verdadero talento. Promover acciones y proyectos para que se unan y compartan.
QUINTA:
Abrir las Redes Sociales en la Empresa y fomentar su uso: Evitar el “efecto Búnker” para las generaciones más jóvenes y la carga de ser un “analógico digital” para las generaciones mayores, me explicaré:
Las Empresas deben abogar por la transparencia y la confianza. No hay nada que desmotive más a un trabajador que saber que todo lo que tiene en casa desaparece al llegar al trabajo. La conexión, la relación. Es como entrar en un búnker y estar desconectado de un mundo que por antonomasia es todo lo contrario… las nuevas generaciones no entienden eso y no irán a trabajar a una organización de estas características ni por asomo.
Por otro lado, las generaciones más experimentadas, catalogadas como analógicas digitales se están perdiendo la oportunidad de profesionalizarse a través de estos canales; ya sea porque no los conocen y no saben, que estar conectados al mundo en tiempo real significa profesionalizarse y contar con personas que saben lo que está pasando, que están informados, al día, que se sientan con herramientas necesarias para el desarrollo de su trabajo; unas herramientas que les permitirán, sin duda alguna, ser mejores.
AQUELLAS EMPRESAS QUE NO CONFÍEN EN ESTA APERTURA TOTAL Y NO VEAN ESTE MUNDO DE CONEXIONES Y COOPERACIÓN COMO UNA VENTAJA COMPETITIVA, MORIRÁN EN EL CAMINO DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL
Y CADA UNO DE NOSOTROS COMO INDIVIDUOS, TENEMOS QUE ABRIRNOS A ESTA FORMA COOPERATIVA DE ACTUAR PARA LOGRAR NUESTROS PROPIOS OBJETIVOS, SABER QUE LA ESCRITURA Y TECNOLOGÍA PUEDEN VIVIR Y POTENCIALIZARSE JUNTAS.