Comencé a trabajar cuando tenía 18 años, ni siquiera sabía muy bien lo que quería estudiar en la Universidad, era algo así como estudiar Administración y Marketing para trabajar en Marketing… y así transcurrió mi vida durante 18 años en la Corporación Farmacéutica Multinacional. No me arrepiento de este tiempo, porque aprendí infinidad de cosas, me desarrollé profesional y personalmente, pude crear fondos suficientes para crecer financieramente, y hasta conocí a mi marido.
Sin embargo, estoy segura de que mi crecimiento profesional habría sido bien diferente si me hubiera sentado a pensar y planear estratégicamente lo que quería hacer. Por eso hoy apoyo a muchos ejecutivos junior y senior a lograrlo, sé muy bien que:
“El crecimiento profesional es el proceso de elegir una carrera, mejorar tus habilidades y avanzar a lo largo de una trayectoria profesional. Es un proceso de aprendizaje y toma de decisiones que dura toda la vida, te acerca a tu trabajo ideal, desarrolla habilidades personales y algo súper importante, puede llegar a definir tu estilo de vida ideal”.
En un mundo en el que el empleado promedio envía y recibe 122 correos electrónicos por día y asiste a un promedio de 62 reuniones por mes, tu jefe o Recursos Humanos no tienen tiempo alguno para apoyarte a pensar adecuadamente sobre la mejor manera de implementar tus talentos en el futuro, no digo que no lo puedan hacer, y quizá hasta lo QUIERAN hacer, pero quien mejor que tú para tomar el control.
Tomar el control de la planificación de tu crecimiento profesional para asegurarte de estar en posición de crecimiento a largo plazo.
Te dejo hoy cuatro formas de volverte más estratégico sobre el proceso de planificación de tu carrera profesional a largo plazo:
Oblígate a reservar tiempo
Cuando las cosas se ponen ocupadas, el tiempo para el pensamiento estratégico casi siempre es el primero en irse. Las “sesiones de planificación” parecen no tener forma y el retorno podría tornarse incierto. Pero, ¡ojo! pasar meses o años sin una introspección regular puede llevarte por un camino profesional en el que no tenías la intención de estar… algo así como mi caso.
Oblígate a crear tiempo para la reflexión estratégica. Así como es más probable que vayas al gimnasio si tienes planes de encontrarte con un compañero de entrenamiento, puedes usar la misma técnica para imponer disciplina en torno al pensamiento estratégico.
Identifica a varios colegas de confianza y comienza un grupo de expertos para reunirse regularmente, discutir los objetivos generales y responsabilizarse mutuamente por cumplirlos. Hacer que otras personas en las que confías desafíen tu forma de pensar puede abrirte nuevas ideas y posibilidades que no habías considerado anteriormente.
Ten claro tus próximos pasos
Obtener claridad sobre tus objetivos profesionales, como por ejemplo: ser ascendido a Senior Vice Presidente, iniciar tu propio negocio o administrar la región de Asia/Pacífico de la compañía, es solo el primer paso.
El lugar donde fallan muchos profesionales es identificando el camino para llegar de aquí para allá. Una técnica que puedes usar es «imaginar y escribir previamente tu currículum». Para este ejercicio, colócate cinco años en el futuro y escribe tu currículum tal como lo imaginas, incluido tu nuevo título y las responsabilidades laborales exactas. El truco es que también debes completar los cinco años intermedios, lo que te lleva a reflexionar sobre qué habilidades específicas necesitarás desarrollar en el proceso, qué títulos o acreditaciones puedes necesitar para obtener y qué camino de promoción deberás seguir para llegar allí.
Comprender esto ayuda a forzar tu pensamiento y garantizar que estás tomando los pasos correctos (si se requiere una maestría para un puesto que deseas en tres años, es mejor que comiences a presentar tu solicitud ahora), si vas a necesitar por ejemplo desarrollar habilidades de liderazgo blandas, puedes invertir en cursos o apoyo personalizado de un Coach o una Mentora.
Invierte en trabajo profundo
A medida que asciendes en la organización, algo que podría marcar la diferencia con el tiempo es la creación de proyectos profundos y valiosos, ya sea escribir un libro (varios artículos) o una nueva y brillante pieza de una política, encabezar el lanzamiento de un producto prometedor o emprender una iniciativa significativa, como reorganizar el sistema de revisión de desempeño de la empresa. Eso implica un cambio del trabajo reactivo y entrecortado a proyectos más autodirigidos a largo plazo lo que podemos llamar como «Trabajo profundo»,
Como profesionales a veces no buscamos este tipo de trabajo, ya que no hay un ROI inmediato, pero los beneficios y el reconocimiento a largo plazo son sustanciales.
Construye una reputación externa
“Un estudio realizado por el profesor de Wharton Matthew Bidwell mostró que las contrataciones externas en una empresa ganan entre un 18 y un 20 % más que los trabajadores internos que son ascendidos a puestos similares“. Esto es evidentemente injusto, pero apunta a una verdad importante: a menudo se da por sentado que los mejores profesionales no están dentro de sus propias organizaciones.
Eso no significa que debas abandonar el barco cada pocos años, como quizá yo lo pude haber hecho. Pero sí apunta al hecho de que, incluso si deseas permanecer en la misma empresa, es importante cultivar una sólida reputación externa para que tengas oportunidades si las deseas.
Aunque te suene trillado, es muy importante crear tu propia marca personal, para que no sea la marca de tu empresa la que llevas siempre puesta.
Te puedo recomendar algunas tareas: Bloguear para revistas de la industria donde trabajas, postularte para hablar en conferencias y asumir un papel de liderazgo en tu asociación profesional, dictar algunas horas de clases en una reconocida universidad; son excelentes maneras de mantenerte visible en tu campo, tanto para los externos como para aquellos dentro de tu empresa que necesitan recordar tus talentos.
Tomarte el tiempo para pensar en el crecimiento profesional es obviamente importante, pero casi nunca es urgente, por lo que muchos profesionales no toman medidas, año tras año. Al concentrarte al menos en estos cuatro pasos, puedes comenzar a sacar tiempo para ser más deliberado y sentar las bases para el trabajo que deseas, dentro de cinco años y más allá.
Algunas partes han sido adaptadas del original encontrado en HBR por Dorie Clark